Largos años tuvieron que esperar los vecinos del entonces comité de allegados “Sin Casa” para concretar el sueño de tener su casa propia. Finalmente, encontraron una solución habitacional el 2011, cuando se ejecutó la construcción de viviendas para 137 familias de Pehuén que hoy componen la población Villa Esperanza.

Pese a la concreción de este anhelo, el proyecto no consideró la construcción de alcantarillado. A cambio, los vecinos optaron por sistemas de evacuación de aguas servidas a través de fosas sépticas y pozos de absorción, lo que debido a problemas en su funcionamiento constantemente genera un grave problema sanitario que pone en riesgo a las familias del sector.

En este contexto, el alcalde de Lebu, Cristián Peña Morales, manifestó a la Directora Regional de Serviu Bío Bío, María Luz Gajardo, la necesidad de resolver esta problemática y solicitó apoyo para financiar un proyecto que conecte las viviendas a la red de alcantarillado de aguas servidas del lugar.

"Hemos solicitado a Serviu que se pronuncie sobre la disposición que tendrá ese servicio con estas 137 familias. Hemos levantado la demanda de los vecinos y estamos trabajando en la ingeniería de un proyecto que busque solucionar el problema sanitario de Villa Esperanza. Aquí hay que romper calles y aceras, además de asignar subsidios para que las familias accedan a esta solución sanitaria. Nosotros pondremos todo nuestro esfuerzo para ayudar a buscar una solución para estas familias, pero los organismos que tomaron la decisión de construir con fosas en un terreno, en el cual se ve que no era posible, deben hacerse cargo", sostuvo el jefe comunal.

Sandra Leal, presidenta de la junta de vecinos Villa Esperanza, comentó que hace cuatro años están reclamando una solución definitiva a las autoridades de vivienda, sin embargo, no han tenido respuesta a su solicitud.

"Las fosas no funcionan porque el terreno no es apto para absorber el drenaje. La gente está botando el agua a las calles y los olores son insoportables. Siempre estamos con el problema de rebalse de agua servida en el baño o en el lavaplatos porque las fosas son aptas para tres personas por vivienda y en cada casa viven hasta cinco o seis personas. Nosotros hace cuatro años venimos reclamando pero no nos dan una solución que acabe definitivamente con el problema de aguas servidas y aquí viven adultos mayores, niños y personas complicadas de salud", recalcó la dirigente.

El alcalde y los vecinos esperan que Serviu acoja esta petición para subsanar el riesgo sanitario con el que deben lidiar las 137 familias de Villa Esperanza, el objetivo es que al fin puedan habitar una vivienda digna y en condiciones adecuadas para niños, jóvenes y adultos mayores.

 
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