Una coordinación de estrategias en torno al
programa de Agricultura Familiar Campesina, destinada a alinear el trabajo de
ambas instituciones públicas en favor de los pequeños agricultores de la Región
del Biobío y la internacionalización de su oferta productiva, fue el objetivo
de una reunión de trabajo entre los directores regionales de ProChile e INDAP.
La iniciativa busca que el Estado pueda ofrecer
el máximo de apoyo, integración y complementariedad de todos los sectores que
apoyan el fomento productivo y la comercialización de productos que provienen
de la Agricultura Familiar Campesina.
Andrés Castillo, director regional de INDAP,
destacó la labor realizada por los servicios del agro, que apoyan los eslabones
de producción, calidad y sustentabilidad en la cadena que están integrando
actualmente una línea de instrumentos
que entregarán competencias comerciales y de gestión a nuestros productores.
"Junto a ProChile, INDAP busca superar las
dificultades que encuentran los agricultores en la comercialización. Para
algunos productos de la región del Biobío, tales como los vinos del Valle del
Itata, es imprescindible la vinculación comercial y el conocimiento de los mercados
mundiales para reorientar las estrategias y operar sobre demandas actuales de los
consumidores que han entrado a valorar lo tradicional y patrimonial, la
cultura, calidad e inocuidad en los agro alimentos que se producen",
afirmó Castillo.
Sandra Ibáñez, directora regional de ProChile,
explicó que las prioridades actuales de la institución, encargada de la
promoción de las exportaciones, son las Pymes y también hay un énfasis en la Agricultura
Familiar Campesina. "Estamos trabajando muy intensamente en identificar a
todos aquellos pequeños agricultores y ganaderos que tengan una oferta
exportable, para que iniciemos un proceso de capacitación y asesoría que les
permita comenzar a vender sus productos al exterior".
"En este trabajo, añadió, es esencial
contar con el apoyo de INDAP, que es el organismo del Estado especializado en
el desarrollo agropecuario de estos pequeños productores. Creemos que las exportaciones
de frutas frescas, como arándanos, cerezas, frambuesas y frutillas todavía
tienen un tremendo potencial, así como de los vinos de los valles del Itata y
del Biobío, que han mejorado notablemente su calidad en los últimos años",
concluyó Sandra Ibáñez.