Desde los dos años de vida y gradualmente los niños/as van aprendiendo a controlar sus esfínteres, ya que su sistema nervioso se va haciendo más maduro. Este proceso no suele completarse antes de los 3 años y medio, por lo cual no te asustes si ves que tu hijo o hija aún está aprendiendo.

Los niños/as presentan diferencias individuales, por lo cual es importante respetar sus ritmos y estar atentos(as) a las señales que nos indican que ya están preparados para comenzar a avisar, o a usar bacinica o “pelela” y acostumbrarse poco a poco a a ello.

Algunas señales son:
- Le incomoda el pañal sucio
- Puede pasar al menos 2 horas con el pañal seco
- Ya conoce palabras para decir que se hizo o que quiere hacer pipí o caca
- Puede bajarse los pantalones con facilidad
- Puede sentase cómodamente en la pelela

Es importante que este proceso se haga sin presiones, reforzando sus logros y acogiendo con tranquilidad sus retrocesos.

Nunca emplees el reto, el castigo o la violencia, ya que provocará el efecto contrario, generando rechazo, ansiedad o menor colaboración de su parte.

Es fundamental que el niño/a se sienta apoyado y no criticado. Es importante evitar burlas, ponerle sobrenombres o transmitirle que “lo queremos menos” porque volvió a mojarse o hacerse.
 
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