Todo un ejemplo de unidad ha mostrado la comunidad educativa de la Escuela de San Ramón que sucumbió ante el dantesco incendio que destruyó por completo dicho establecimiento educativo de la comuna de Tirúa la semana pasada. Por un lado los padres y apoderados ayudan en las labores de extracción de escombros, y por otro el municipio coordina las tareas de instalación de seis módulos que permitirán el reinicio de clases el próximo lunes.

Karina Martínez, presidenta del Centro General de Padres y Apoderados de la escuela Mapudungum G-857, manifestó que "hemos tomado la decisión de ayudar en las tareas de poner de pie la escuela de nuestros hijos (...) ya nos hemos repuesto de la conmoción que significa ver el colegio en ruinas, así es que ahora nos sumamos al trabajo para levantar de entre los escombros la escuela".

Más de 20 apoderados trabajan en la remoción de escombros, mientras que el municipio realiza las labores para levantar un colegio modular. "La idea es instalar un módulo por día. Son seis y por eso esperamos tener todo listo para retomar las clases el próximo lunes. Con nuestros recursos arrendamos estos container y con recursos del Gobierno Regional esperamos tener un colegio provisorio, mientras elaboramos un proyecto definitivo de reposición", explicó Adolfo Millabur, alcalde de Tirúa.

El centro de padres y apoderados habilitó una cuenta de Banco Estado N° 56361247480 para que la gente que quiera colaborar con dinero lo pueda hacer desde cualquier punto del país. En Cañete la escuela de hombres Leoncio Araneda encabeza una campaña de recolección de útiles escolares y libros para una biblioteca.
Fuente: soychile.cl
 
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