La industria forestal pareciera no pasar por su mejor momento. Aparentemente ha derivado en que una de las principales empresas del rubro, Arauco, haya comenzado un proceso de reestructuración, cuestión que implica la desvinculación de al menos 300 trabajadores en distintas zonas de operación.

Al cierre de algunas plantas en Chile y el extranjero, se suman los problemas que las empresas tienen con el Servicio de Evaluación Ambiental y como tercer factor, el conflicto en la Macrozona Sur.

Durante la mañana de este martes, la Asociación de Contratistas Forestales a través de su vocero René Muñoz manifestó que "este año 2023, se proyecta una reducción de las exportaciones, lo que inevitablemente golpeará en cadena a los contratistas forestales, a las pymes madereras y también a las economías locales y, a todos aquellos actores relacionados como las barracas, el taxista, el mueblista y la señora que vende tortillas con mariscos en Laraquete".


 
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