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Cuando Pamela Álvarez oriunda de Parral  llegó a vivir a Concepción en 2010 el valor del pasaje adulto en locomoción colectiva era de $350. “Lo encontré muy barato, el mío, en ese tiempo de estudiante era aún más económico de $100. Actualmente el de escolar es de $160”, comentó.
Ahora que Álvarez es profesional cancela la tarifa adulto de $540, es decir, en el Gran Concepción, en menos de nueve años, el valor del pasaje ha aumentado en  $190, y si no fuera por el subsidio estatal a la tarifa del transporte público, que cubre $90 por cada viaje, en la zona se estaría cancelando nada menos que $630, sólo $70 menos que el valor de traslado en el metro de Santiago en horario valle.
Según estadísticas de la Seremi de Transportes, 2017 inició con un costo del pasaje de $450, pero la tarifa subió cuatro veces durante el año, bajó sólo dos y se mantuvo en cinco ocasiones quedando finalmente en $460.
En tanto, 2018 partió con alza llegando a $470. Durante el período el valor de la tarifa aumentó siete veces, seis de ellas en $10, la de agosto fue de $20, mientras que en abril, mayo, junio y octubre no hubo fluctuación. Finalmente, el costo del pasaje el año pasado, que quedó en $530 tuvo tres alzas consecutivas, que implicaron $70 menos para el bolsillo de los penquistas.
“Me parece que el valor del pasaje no está relacionado con el servicio que entregan que es muy deficiente, si no fuera por los corredores de transporte público que les dan la posibilidad de transitar más rápido creo que la gente evitaría usarlas”, comentó la docente de español.
Y el aumento de la tarifa local, que tanto ha variado en la última época, incluso, podría ser mayor, según los gremios locales, pues Transportes está buscando que se modernicen las flotas incluyendo GPS, cámaras de seguridad y accesibilidad universal, lo que claramente se debe costear de alguna forma.

Los porqués del alza

Como ella, son cientos de personas las que se preguntan qué hace que la tarifa suba, si no ven una renovación del parque automotor existente y no se han incorporado mejoras, como el cobro a través de tarjeta.
Jaime Aravena, seremi de Transportes, explicó que la tarifa sube porque en la regulación del Gran Concepción existe un polinomio que define cómo se debe calcular la tarifa máxima a cobrar. “Considera el valor del petróleo, máquina, dólar y mano de obra. Estos ítems los define el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, nos envía esa información y nosotros hacemos el cálculo de cuál es la tarifa máxima”.
Aseguró que lamenta que siga subiendo el pasaje adulto en el Gran Concepción y detalló que el alza tiene  un desfase de dos meses en el cálculo del polinomio. “El pick del valor del petróleo, que se refleja en la tarifa de enero, fue del mes de noviembre. Por lo tanto, nosotros estimamos que a partir de ahora la tendencia debiera ser a mantener  o bajar el valor de la tarifa actual de $540”.
Recordó que gracias a la existencia del subsidio de la locomoción pública que implica una inversión total del Estado en la Región de $16.000 millones se puede subsidiar la tarifa en $90, pues de no existir el beneficio el valor sería de más de $600. “Esperamos que en los próximos meses tengamos una tarifa inferior por el bien de los usuarios que es lo que nos interesa”.

Materia a revisar

El consultor en infraestructura, transportes y desarrollo, Felipe Ulloa, ex asesor ministerial de Transportes y Telecomunicaciones para el primer período presidencial de Sebastián Piñera y, posteriormente, para Michelle Bachelet, aseguró que el  precio de los pasajes en el transporte público de todas las regiones del país debería ser revisado.
Comentó que se requiere un análisis constante, realizado por  un  comité de expertos, en el que  se actualicen las fórmulas de cálculo del precio de los pasajes. “Además, se debería contar con terceros observadores que midan los niveles de precio que tiene cada una de las variables involucradas en el cálculo del precio final del pasaje”, comentó.
Lo anterior supone que las universidades regionales deben tener un rol activo en este aspecto. “Desde sus institutos de Transportes o Ingeniería Industrial deberían proporcionar a las autoridades estudios de precio de los insumos de las operaciones del transporte público, de modo que los precios de los pasajes sean transparentes, sin sobreprecios ni con valores sujetos a costos de operación que requieran altos subsidios públicos, ya sea por esta razón o por evasión”.
En cuanto a las proyecciones de precios máximos o mínimos, el experto sostuvo que dependerán siempre de los costos de operación que se consideren para las variables que compongan la figura del precio final del pasaje para el usuario del transporte público.
“Las proyecciones, si bien deben considerar los precios de los insumos de operación del transporte público, también deben considerar la realidad social de los habitantes de la Región, tales como tasas de desempleo, sueldo promedio (…) En la gran mayoría de los países del mundo, el transporte público está subsidiado en tanto considera estas variables. El rol del Estado es asegurar la movilidad de las personas para satisfacer los propósitos de los viajes realizados por trabajo, comercio, estudio e incluso recreación”, dijo.

Visión de los gremios

Para Alejandro Riquelme, presidente de la Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses de Concepción, el cálculo del polinomio está bien de acuerdo a sus componentes, pero lo que hay que mejorar es la ponderación de cada factor. “El Ministerio está haciendo un estudio porque el polinomio viene de 2001, las ponderaciones no han variado”.
Consideró que se debe mejorar la actualización del polinomio para que no tenga desfase de dos meses, pues eso hace que la gente no entienda por qué sube la tarifa si, por ejemplo, el petróleo experimentó una baja. “El cálculo debería ser exacto al mes anterior,  la tecnología lo permite. La idea es que en los primeros diez días del mes pudiéramos aplicar los índices actualizados, con eso tendríamos una tarifa acorde y real que el usuario entendería”.
No se atrevió a estimar un porcentaje del alza y afirmó que es mejor esperar que el estudio que está en curso culmine para saber si existirán variaciones en el valor. “El Estado tendrá que ver cuánto de la tarifa puede subsidiar, no puedo hacer una proyección por los cálculos que involucra un cambio operacional”, comentó.
Luis Quiroz, presidente de la Alianza Gremial de Transporte  del Bío Bío y también presidente de la Confederación Nacional de  Transporte concordó con Riquelme en que se debe actualizar el polinomio.
“Básicamente, los vaivenes que experimenta el  dólar, combustible y la reposición del bus  datan desde inicios de 2000. Antes el combustible reflejaba un porcentaje bastante ínfimo de 23%, hoy la incidencia del combustible es mucho mayor por todas las alzas que se han producido a largo del tiempo, y en el caso de reposición del bus, que se calculaba en Santiago, después de 15 años se logró que llegara al valor real. Por lo tanto, el gremio siempre se quejó que el polinomio no avanzaba, que siempre se mantenía la tarifa en $10 más o menos, porque obviamente había factores que influían negativamente en ello. Eso para la gente es positivo, pero para nosotros negativo, porque hay menos recursos para optar a mejoras que se están solicitando”.
Aseguró que, incluso, hay algunos factores que no están considerados y que se han incorporado como política obligatoria del Ministerio de Transportes como son: la seguridad a bordo, sistemas de GPS y tecnología que no estaba contemplada antes y que para el gremio constituyen costos.
“El Estado está exigiendo y no tiene recursos para apoyar (…) ha pedido encarecidamente a los gremios buscar soluciones distintas, porque ellos no pueden hacer inversiones que se habían prometido en el Gobierno anterior. Aún no se sabe cuál podría ser la solución, estamos discutiéndolo. Nosotros estamos pensando en menores exigencias de índole de gestión, consensuar lo que se quiere, por ejemplo, la antigüedad y reposición del bus también podría existir alguna modificación”.
Para Quiroz con las nuevas exigencias podría aumentar el valor del pasaje, dependiendo cuáles sean las circunstancias,  y en ese caso, a su juicio, el Gobierno tendría que incorporar mayores recursos para subsidiar la tarifa para que la gente no sufra con las alzas.
“Es difícil estimar, porque puede ocurrir que el valor base sea distinto, pero también que el Estado pueda decir vamos a agregar recursos. Entonces, aún falta  la discusión económica y el análisis para definir cómo será la variación de precios”, comentó.
Agregó que, durante más de 15 años, el gremio ha sufrido fluctuaciones de tarifas que, muchas veces, no le han sido favorables. “A veces el petróleo ha subido, pero la tarifa se ha mantenido o inclusive ha bajado, producto de que el cálculo del polinomio que está desfasado. Lo ideal sería que los datos se tuvieran de inmediato para evitar el retraso, que se mejore el cálculo y los aportes estatales aumenten para incorporar todos los cambios que se esperan en la zona para el transporte público”.
Destacó que existen recursos en el Gobierno Regional, provenientes de la Ley Espejo del TranSantiago,que contribuirían a dichas mejoras, pero que, lamentablemente, lo usual es que sean derivados a otros proyectos, que nada tienen que ver con transporte como son la construcción de sedes sociales, pavimentación, canchas de fútbol, luminarias, ciclovías y muchos más.

Valor a analizar

El presidente de la Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses de Concepción dijo que se están realizando estudios de costo del valor de la tarifa para determinar si es acorde al sistema de transporte o hay que actualizarla, situación que se deberá analizar en el nuevo perímetro de exclusión que se definirá para el Gran Concepción.
“Viene un tema de la flota, que en vez que dure 18 años, el Gobierno está pidiendo 15, lo que implica renovar la flota paulatinamente por vehículos de acceso universal, con  piso bajo. Y ahí si habrá que ver si la actual tarifa da o habría que modificarla o subirla”.
Comentó que el estudio mandatado por Transportes, que fue adjudicado a la consultora Aristo, está recién partiendo con encuestas y entrevistas a las distintas líneas, que debería estar listo este año.
El estudio al que se refiere Riquelme busca determinar una estructura de costos acorde a la realidad de los operadores de transporte público mayor urbano del  Gran Concepción y para las zonas rurales de Lota – Concepción y Tomé – Concepción, para así definir  la metodología y alternativas de polinomios de reajustabilidad tarifaria apropiada para cada una de las zonas indicadas.
Desde el Ministerio de Transportes informaron que el estudio que analizará costos y polinomio de reajustabilidad tarifaria de operadores fue adjudicado por $32,5 millones estará terminado la segunda quincena de junio de este año.
Así las cosas habrá que esperar los resultados del análisis y  ver si se puede mejorar el cálculo del polinomio para contar con una tarifa que se ajuste a la realidad, o bien, seguir buscando en el bolsillo para costear las continuas alzas a las que el Gran Concepción ya se está acostumbrando.
 
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