FUENTE: latercera.com |
El vocero de la CAM acusa a los
organismos de inteligencia policial de una “persecución obsesiva” en su contra.
Además, descartó vínculos con agentes de la ANI: “Es totalmente falso”.
“Solo teléfono, no estoy usando
WhatsApp”, bromea Héctor Llaitul al momento de coordinar esta entrevista. El
líder de la CAM, sindicado en la fallida Operación Huracán como el cabecilla de
una peligrosa asociación ilícita, dice estar tranquilo pero expectante de los
resultados de la investigación que hoy tiene a Carabineros, y no a él, en el
ojo del huracán. El dirigente conversó en exclusiva con La Tercera sobre el
bullado caso judicial.
¿Qué
opinión le merece la decisión del Ministerio Público de cerrar la investigación
y del fiscal Luis Arroyo de querellarse en contra de efectivos de inteligencia
policial?
Es lo que corresponde, nos parece
de toda lógica si fiscalía no tiene antecedentes para procesarnos. Lo dijimos
en el primer comunicado: que no habían pruebas científicas o testimoniales que
nos situaran en esas acciones que nos atribuían. Todo se basaba en supuesta
mensajería cuyo estándar de prueba era muy pobre, como estableció la Corte
Suprema al dejarnos en libertad. Sobre la investigación contra Carabineros, nos
parece también que es lo que corresponde: adulterar pruebas, plantar evidencia,
hasta donde sabemos es un delito grave.
De
comprobarse estos delitos, ¿piensa usted demandar al Estado por su detención y
encarcelamiento?
Para nosotros el montaje policial
ya está establecido. Nosotros siempre lo sostuvimos pero no teníamos cómo
probarlo. Ahora esa prueba existe por parte de diversas pericias y nos da
totalmente la razón. Y creemos que la investigación de la PDI determinará lo
mismo, que se intentó encarcelarnos con pruebas falsas. Sobre una posible demanda
al Estado, lo descarto. Aquí hablo a título personal, no puedo hablar por el
resto de los dirigentes. En mi caso y como CAM vamos a incluir los antecedentes
de la Operación Huracán a la demanda que nos acogió la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Ese será el camino.
¿La
demanda por el denominado Caso Elgueta?
Exacto, donde nosotros
denunciamos la violación del debido proceso, discriminación en la aplicación de
la Ley Antiterrorista y que la Corte acogió en su momento a tramitación. Allí
vamos a incorporar los nuevos antecedentes ya que no confiamos en la justicia
chilena. Nunca hemos tenido una respuesta favorable a nivel interno, por ello
recurriremos a la Corte Interamericana.
Según
Dipolcar usted era el cabecilla de una asociación ilícita integrada por la CAM,
Resistencia Mapuche Malleco y Weichan Auka Mapu. ¿Existe tal coordinación o
vínculos orgánicos entre las tres organizaciones?
No existe ninguna vinculación
orgánica ni política de la CAM con estas otras organizaciones del pueblo mapuche.
Se buscó instalar en la opinión pública la imagen de la CAM y mi persona como
el cabecilla de los atentados en el sur contra iglesias, camiones,
agricultores, y aquello es totalmente falso. La CAM tiene un planteamiento
político que desarrollamos como CAM, no existe tal coordinación, como lo
demuestran las pruebas falsas que se han dado a conocer.
Este
incidente, que aparentemente implica información falsa entregada por
Carabineros a la fiscalía en la llamada Operación Huracán, ¿usted considera que
es extrapolable a otras causas que involucren a mapuches? ¿Tiene pruebas?
Puedo referirme a los casos que
nos han afectado como CAM. El Caso Elgueta nosotros también lo denunciamos como
un montaje donde se violó el debido proceso, se usó un testigo protegido, y así
lo denunciamos en tribunales internacionales. Está el caso de la llamada
Operación Paciencia, del año 2001, dirigida también contra la CAM, con
acusaciones burdas y donde resultamos todos finalmente absueltos. Los montajes
han sido una característica en la persecución de la fiscalía contra la CAM, y
si bien ahora tenemos un aparente cambio de actitud, no creemos sea la norma a
futuro.
En La Araucanía existen hechos de
violencia innegables y algunos de ellos han sido reivindicados por la CAM. Así
como se cuestiona la adulteración de pruebas como algo inaceptable en un Estado
de derecho, ¿por qué usted ha defendido la ocurrencia de hechos de violencia
como una vía válida para exigir sus demandas si eso también está fuera de la
ley?
Es necesario hacer una
aclaración. Desde el momento en que asumí como vocero político de la CAM jamás
he reivindicado un atentado o alguna acción de resistencia de las comunidades,
aquello es atribución exclusiva de los Organos de Resistencia Territorial (ORT)
de la CAM, que operan de manera autónoma y clandestina. Ellos son los únicos
que pueden reivindicar acciones y así lo hacen. Mi rol es ser vocero político y
público, me hago cargo de los planteamientos políticos e ideológicos
autonomistas de la Coordinadora Arauco Malleco.
Pero
usted sí reivindica la violencia política como camino.
Nuestro diagnóstico es muy crudo
respecto del Estado y la situación del pueblo mapuche hoy. Creemos que existe
una situación colonial, de sometimiento y opresión cada vez que se plantea
desde nuestro pueblo la reivindicación de derechos territoriales y políticos.
Es en ese plano que legitimamos otras vías de lucha, que tienen que ver con la
acción directa, la autodefensa y la resistencia frente a estas arremetidas del
sistema colonial.
Su
organización cumplió dos décadas en octubre de 2017. ¿Mantiene y reafirma sus
planteamientos de lucha territorial y oposición a megaproyectos bajo los cuales
nació en Lumaco?
Por supuesto, nosotros
reafirmamos todos los postulados políticos que nos dieron vida como
organización, puesto que nuestro diagnóstico de la realidad mapuche no ha
cambiado. En 1997 fuimos ruptura frente a una dinámica mapuche institucional
que no nos permitía avanzar como pueblo y estas dos décadas nos han demostrado
que aquella ruptura fue correcta. Nos hemos consolidado como organización y
nuestro discurso, autonomista, hoy permea a diversos sectores mapuche.
Pero
el gobierno sostiene que la CAM se trata de un grupo minoritario y que la mayor
parte de los mapuche está inserto dentro de la institucionalidad.
No somos representativos de todo
el pueblo mapuche, ninguna organización lo es, somos representativos de un
sector. Y podemos ser una organización pequeña, pero es innegable que nuestra
idea política se ha consolidado, la idea autonomista hoy está muy arraigada
dentro del pueblo mapuche y en los jóvenes, es carne en las nuevas
generaciones. Hay una idea CAM que se ha fortalecido y así lo prueban los
esfuerzos del propio gobierno por golpearnos, por perseguirnos.
Un
tema que se ha planteado en este escenario -desde Carabineros- son supuestas
filtraciones de información desde autoridades policiales y administrativas
hacia usted. ¿Tiene usted contacto con policías o agentes de la ANI?
Es totalmente falso. Me produce
sentimientos encontrados esta acusación ya que mi posición como militante
consecuente de la causa mapuche ha sido muy clara y he pagado aquello con
persecución y prisión política. Cómo podría yo tener vínculos con aquellos que
de manera obsesiva me persiguen y quieren desarticular a la CAM, es absurdo y
poco creíble. Creo se trata de un burdo intento por dañar mi credibilidad, el
mismo objetivo de la Operación Huracán que nos presentó en esos falsos mensajes
como una banda de delincuentes con un vocabulario incluso vulgar.
¿Usted
está de acuerdo con los ataques a templos religiosos ocurridos en la zona?
No, no estamos de acuerdo y lo
hemos dicho fuerte y claro en varias ocasiones. Incluso, hemos tenido algunos
encontrones con otras expresiones que avalan ese tipo de lucha. Hacemos incluso
un emplazamiento a que se demuestre nuestra vinculación con ese tipo de
acciones. Adelanto que no van a encontrar nada, ya que ningún militante CAM ha
participado de un ataque de ese tipo.
¿Cuál
es su relación con el lonko mapuche de Argentina Facundo Jones Huala, y con el
movimiento mapuche de ese lado de la cordillera?
A Facundo lo estimamos como
militante y hoy como autoridad mapuche en Puelmapu, él participó en la CAM en
su juventud, caminó con nosotros y le tenemos el mayor respeto. Hay una
vinculación afectiva, y en el plano de las ideas somos una sola nación que
enfrenta a dos estados coloniales. Facundo para nosotros no es argentino, es un
hermano mapuche.
Producto
de la Operación Huracán el subsecretario Mahmud Aleuy viajó a Buenos Aires para
establecer coordinaciones de seguridad pública. ¿Qué opina de este esfuerzo
combinado para contener las protestas de organizaciones mapuche?
Es correspondiente con este
sistema colonial del cual ya he hablado. Lo que sorprende es que Aleuy, siendo
socialista, se entienda con tanta facilidad con Patricia Bullrich, que
representa a la clase política más conservadora de derecha, y hasta podríamos
decir fascista, de la sociedad argentina. Es una reflexión que dejo a los
socialistas chilenos.
Usted
propuso en entrevista con La Tercera el año 2016 una “tregua al Estado”,
ofreciendo diálogo político al gobierno sobre temas que usted llamó
sustanciales. ¿Ve posible a mediano plazo un camino de negociación política con
el nuevo gobierno o más bien es pesimista al respecto?
No somos pesimistas, somos una
organización política y luchamos por lo que creemos con optimismo. Sobre un
posible diálogo con el nuevo gobierno, depende más de ellos que de nosotros.
Siempre hemos buscado salidas políticas al conflicto, no estamos por una lucha
cruenta, de confrontación sin sentido. Pero nos interesa dialogar de temas
sustanciales como la devolución de territorios. Lo que se viene es el
empresariado en el poder y las posibilidades de llegar a tratativas siempre
están abiertas. Si sucederá o no, no lo sabemos. Hoy lo principal es seguir
acumulando fuerza política, seguir luchando, es la principal garantía de que
algún día podamos dialogar en serio.