Los militantes peronistas tienen pensado permanecer en vigilia en las inmediaciones del Hospital Austral, situado en la localidad de Pilar, a 50 kilómetros de Buenos Aires, donde será operada mañana la presidenta Cristina Fernández.

Los pronósticos de curación son muy alentadores, sin embargo, sus seguidores quieren demostrarle su apoyo incondicional. Algunos militan en el oficialista Frente para la Victoria e integran diferentes agrupaciones sociales, como el "Movimiento Evita" y han colgado banderas y carteles con frases de apoyo e instalaron carpas para pasar esta noche.

A través de las redes sociales se han convocado para reunirse en distintas plazas del país, entre ellas la Plaza de Mayo, donde se encuentra la casa de gobierno.
Detalles domésticos de una operación de Estado

A sus 58 años será intervenida de un carcinoma detectado en el lóbulo derecho de la tiroides que, según la unidad médica presidencial, no compromete a los ganglios linfáticos ni presenta metástasis. Se estima que permanecerá internada 72 horas y con licencia médica hasta el 24 de enero.

La mandataria peronista optó por realizar la intervención el hospital universitario Austral, en la localidad bonaerense de Pilar, a unos 60 kilómetros de Buenos Aires, del conservador Opus Dei, y no en el hospital Argerich, dependiente del Gobierno porteño, liderado por el opositor Mauricio Macri, donde tradicionalmente se ha intervenido a los mandatarios en una unidad habilitada para ellos.

Sin embargo, el recinto universitario escogido por la presidenta argentina, es uno de los más modernos del país y fue inaugurado en 2000 gracias al aporte económico del poderoso empresario Gregorio Pérez Companc, vinculado a los sectores del petróleo y la alimentación.

El hospital, ubicado en un predio de 36.000 metros cuadrados, amaneció blindado por fuertes medidas de seguridad, entre ellas el aplazamiento de los turnos de pacientes que no se consideraron urgentes, se extremaron las revisiones en los accesos y, según medios locales, desalojó la planta donde se atenderá a la presidenta para garantizar su seguridad y su privacidad.

Vicepresidente Amado Boudou a cargo de Argentina 
Cristina Fernández se dio tiempo hoy para ultimar detalles en su residencia de Olivos sobre la administración de su gobierno durante los 20 días de licencia para su recuperación, período en queejercerá como jefe de Gobierno el vicepresidente Amado Boudou, de 48 años.

Aunque permanecerá de licencia hasta el 24 de enero, medios locales aseguran que ha dadoinstrucciones precisas para evitar que el vicepresidente tome decisiones sin consulta previa y pretende monitorear la gestión gubernamental a distancia.

Para ello, de acuerdo con el diario Clarín, se apoyará, entre otros, en su hijo Máximo, líder de la organización peronista juvenil la Cámpora; en el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.
 
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